PROGRAMAS
Desactiva el AdBlock para poder solicitar información a través del formulario.
Publicado el 28/10/2025
Índice de Contenidos
Crear software que funcione bien hoy y siga siendo fácil de modificar mañana, es todo un desafío. Sin embargo, aún hay alternativas como los principios SOLID que transforman la manera en que diseñamos nuestras aplicaciones.
Llegó el momento de saber no solo qué son y cómo se aplican, sino cómo pueden hacer tu código más seguro, adaptable y comprensible para cualquier desarrollador. Prepárate para conocer una forma de programar más inteligente, organizada y lista para los retos de proyectos modernos en 2025.
Los principios SOLID son un conjunto de reglas pensadas para que el código sea más limpio, organizado y fácil de mantener. Cada letra representa una idea clave:
El término SOLID fue acuñado a principios de los años 2000 por Robert C. Martin, también conocido como “Uncle Bob”, uno de los ingenieros de software más influyentes en el desarrollo ágil. Sin embargo, los conceptos que conforman estos principios se originaron antes, a lo largo de los años 90, a partir de las buenas prácticas de diseño en POO. Más tarde, el acrónimo SOLID fue popularizado por Michael Feathers, quien agrupó los cinco principios mencionados anteriormente.
Cabe destacar que el objetivo de Robert C. Martin con estos principios era ayudar a los desarrolladores a construir sistemas modulares, comprensibles y fáciles de mantener.
Te puede interesar: mejores IA para programar gratis.
Los principios SOLID son fundamentales en programación porque ayudan a escribir código limpio, flexible y fácil de mantener cosas que, a largo plazo ahorra tiempo, disminuye errores y potencia la calidad del software. Pero, más allá de eso, son relevantes porque:
Cuando el código está bien estructurado, es mucho más fácil entenderlo, modificarlo y corregir errores sin afectar otras partes del sistema. Los principios SOLID te colaboran para construir módulos independientes y coherentes.
Gracias a SOLID, puedes reutilizar componentes en distintos proyectos o partes del sistema sin tener que reescribirlos. Por ejemplo, si cada clase tiene una sola responsabilidad, es posible combinarla con otras fácilmente.
A medida que el proyecto crece, un diseño basado en los principios soporta mejor los cambios y nuevas funcionalidades. Los desarrolladores pueden agregar o modificar partes del código sin “romper” lo que ya funciona.
Fomentan un código más legible, coherente y lógico, para mejorar el trabajo en equipo. Cualquier desarrollador nuevo tiene la posibilidad de comprender la estructura del proyecto rápidamente.
Con SOLID, los módulos del sistema dependen menos unos de otros (bajo acoplamiento) y cada uno cumple una función específica (alta cohesión). Eso hace que el software sea más robusto y menos propenso a fallar ante los cambios.
Ante la importancia, resulta preciso saber que las ventajas hacen una gran diferencia en el desarrollo de los softwares. Más que seguir reglas, es adoptar una mentalidad que prioriza la eficiencia, la claridad y la evolución constante del código.
Aplicar estos principios ayuda a construir soluciones más coherentes y ordenadas. El resultado es un código que se comporta de forma predecible, responde bien a los cambios y mantiene una estructura lógica. Así, los proyectos se vuelven más profesionales y confiables, incluso cuando son desarrollados por equipos grandes.
Gracias a una organización más clara, el trabajo de actualizar o corregir errores se vuelve mucho más sencillo. Cada módulo o clase está bien delimitado, lo que evita que una modificación afecte otras partes del sistema. Esto ahorra tiempo y minimiza los riesgos de introducir nuevos fallos.
Los proyectos bien estructurados pueden crecer sin desordenarse. Los principios SOLID añaden nuevas funcionalidades sin alterar la base existente para sostener la estabilidad del sistema. Eso resulta clave cuando un producto debe evolucionar rápidamente en respuesta a las necesidades del mercado.
Cuando el código es claro, todos los miembros del equipo pueden entenderlo y trabajar sobre él sin confusión. La transparencia favorece la comunicación, la revisión conjunta y la integración de nuevas ideas, fortaleciendo la dinámica de trabajo en grupo.
Aunque al principio requiere disciplina aplicar buenas prácticas, con el tiempo el esfuerzo se traduce en velocidad y eficiencia. Los desarrolladores pueden centrarse en crear valor en lugar de perder tiempo resolviendo problemas de estructura o errores recurrentes.
Un sistema basado en estos principios puede adaptarse a nuevos entornos, tecnologías o requisitos sin reescribir grandes partes del código. Esa capacidad de adaptación convierte al software en una inversión duradera que evoluciona sin perder estabilidad.
Anteriormente lo comentamos, pero recalcamos que cada principio representa una buena práctica que mejora la estructura y la estabilidad de los proyectos de software. A detalle, significan:
Cada clase o módulo debe tener una sola razón para cambiar, es decir, encargarse de una única tarea. Así se evita que una parte del programa haga demasiado y se facilita encontrar errores o hacer ajustes sin afectar el resto del sistema.
El código debe estar abierto a la extensión, pero cerrado a la modificación. Esto significa que puedes añadir nuevas funciones sin alterar el código que ya funciona, lo que reduce los riesgos y mantiene la estabilidad del software.
Las clases hijas deben poder sustituir a las clases padre sin cambiar el comportamiento del programa. En otras palabras, si una subclase hereda de otra, debe comportarse de forma coherente para no romper la lógica del sistema.
Conviene crear interfaces pequeñas y específicas, en lugar de una sola con muchas funciones. De ese modo, cada clase implementa solo lo que realmente necesita para que el código sea más limpio, claro y flexible.
Las clases más generales no deben depender directamente de los detalles o clases concretas, sino de abstracciones. Esto admite intercambiar componentes sin alterar el resto del sistema y beneficia la capacidad de adaptación del software.
Te puede interesar también: herencia en Python.
Antes de lanzarte a aplicar SOLID en tu proyecto, vale la pena conocer los posibles obstáculos que podrían surgir. Aunque estos principios mejoran la calidad del código, también tienen retos si no se usan con cuidado. Te contamos tres riesgos que todo desarrollador debería tener en mente:
Seguir SOLID desde el inicio puede hacer que el diseño del software sea más complejo y requiera más planificación. Para proyectos muy pequeños, esta complejidad puede parecer innecesaria y consumir tiempo extra.
Al separar responsabilidades y aplicar interfaces, el número de clases y módulos aumenta considerablemente. Esto puede hacer que el proyecto sea más difícil de navegar si no se mantiene una buena organización.
Para desarrolladores que no están familiarizados con SOLID, implementarlo correctamente requiere tiempo y experiencia. Aplicarlo incorrectamente desarrolla un código más confuso o rígido en lugar de beneficios.
Sin duda, aplicar los principios SOLID transforma tu forma de programar, pero para sacarles el máximo provecho es importante hacerlo con estrategia. ¡Sigue nuestros consejos!:
No intentes aplicar todos los principios a la vez en proyectos grandes. Empieza por Responsabilidad Única (SRP), para que cada clase o módulo tenga un propósito claro. Esto crea una base sólida para ir incorporando los demás principios progresivamente.
El código perfecto no aparece de inmediato. Aplica SOLID mediante pequeñas mejoras continuas, revisando y refactorizando partes del proyecto según sea necesario. Así se mantiene la calidad y evita que el sistema se vuelva rígido o confuso.
Para aplicar principios como Segregación de Interfaces e Inversión de Dependencias, aprovecha interfaces y clases abstractas. Con ello se desacoplan componentes, se simplifican las pruebas y hace que agregar nuevas funcionalidades sea más sencillo.
Si trabajas en equipo, asegúrate de que todos comprendan los principios y los apliquen de manera coherente. La colaboración y la revisión de código ayudan a mantener un estándar uniforme y a evitar errores por malentendidos.
SOLID es muy útil, pero no es obligatorio en todos los casos. Antes de aplicarlo, analiza el tamaño del proyecto, la complejidad y los recursos del equipo. Ajustar la aplicación de los principios según la situación evita sobreingeniería y desperdicio de tiempo.
Cuando hablamos de escribir buen código, es normal que surjan dudas sobre cómo aplicar SOLID y qué esperar de ellos. Estas son nuestras respuestas:
Clean Code es una filosofía que busca que el código sea legible, entendible y mantenible, mientras que SOLID provee reglas concretas de diseño para lograrlo. En pocas palabras, es una herramienta práctica para alcanzar los objetivos de Clean Code.
Muchos desarrolladores coinciden en que la Inversión de Dependencias (DIP) es la más complicada al principio. Requiere pensar en abstracciones y desacoplar módulos, algo que no siempre es intuitivo si se está acostumbrado a depender de clases concretas.
SOLID fue concebido para POO, pero sus conceptos como modularidad, responsabilidad única y desacoplamiento son aplicables en otros paradigmas. Por ejemplo, puedes seguir la filosofía SOLID al estructurar funciones o módulos en programación funcional.
El código puede volverse difícil de mantener, propenso a errores y rígido ante cambios. En proyectos pequeños puede parecer que todo funciona bien, pero a medida que el software crece, la falta de SOLID suele generar problemas de escalabilidad y sobrecarga de mantenimiento.
No. SOLID ayuda a mejorar la calidad y organización del código, pero no reemplaza pruebas, revisiones ni buenas prácticas de seguridad. Siguiendo SOLID reduces riesgos de errores de diseño, pero la seguridad y la ausencia de bugs requieren estrategias adicionales.
Los Principios SOLID son la base fundamental para cualquier desarrollador de software que quiera crecer en el sector, garantizan que el código sea más limpio, escalable y adaptable a nuevas necesidades, mejorando la calidad y la vida útil de los proyectos de programación.
En EBIS Business Techschool te brindamos las herramientas necesarias para dominar estas buenas prácticas de programación y llevar tu perfil profesional al siguiente nivel. Nuestro Máster en Full Stack Developer está diseñado con programas especializados en desarrollo de software.
Al finalizar la formación, recibirás doble titulación, emitida por EBIS Business School y la Universidad de Vitoria-Gasteiz (EUNEIZ). Además, tendrás la oportunidad de obtener tres certificados profesionales reconocidos internacionalmente, que incluyen la preparación, el examen y la acreditación en JSE™ – Certified Entry-Level JavaScript Programmer, IT Specialist - INF-302: JavaScript, y el Harvard ManageMentor® - Leadership, otorgado por Harvard Business Publishing Education.
¡Inscríbete ahora en EBIS y aprende a diseñar aplicaciones para destacar como un desarrollador full stack altamente capacitado!
Implementar los principios SOLID cambia la forma de pensar sobre el desarrollo: cada decisión de diseño tiene un propósito claro, cada módulo cumple su función y el sistema se vuelve más flexible y mantenible. Aunque al principio puedan parecer complicados, con práctica se convierten en aliados poderosos para evitar problemas a futuro.
Esta guía completa de 2025 te ha mostrado cómo aplicarlos, sus beneficios y algunos riesgos, permitiéndote tomar decisiones informadas al diseñar software. Al final, los principios no garantizan un código perfecto, pero sí un camino más seguro, ordenado y eficiente hacia proyectos robustos y duraderos.
Compártelo en tus redes sociales
Desactiva el AdBlock para poder solicitar información a través del formulario.
Centro inscrito en el Registro Estatal de Entidades de Formación en virtud de la ley 30/2015
EBIS Education SL, B67370601 (Empresa Matriz); EBIS Enterprise SL, B75630632; (Empresa Filial); C. Agustín Millares, 18, 35001 Las Palmas de Gran Canaria; © 2025 EBIS Business Techschool,