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Publicado el 29/04/2025
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Vivimos en una era donde todo queda registrado: una foto comprometedora, un comentario desafortunado o una noticia antigua que ya no refleja quién eres. Internet tiene memoria infinita, pero… ¿Y si tú quieres olvidar? El Derecho al Olvido no es magia: es una herramienta legal que te permite recuperar el control de tu identidad digital. Sabemos que no es algo tan común, así que descubre con nosotros qué es, cuándo puedes hacerlo y cómo solicitarlo paso a paso.
El concepto de derecho al olvido ganó notoriedad a partir de una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en mayo de 2014, en el caso del ciudadano español Mario Costeja González contra Google. El TJUE estableció que los motores de búsqueda están obligados, bajo ciertas condiciones, a eliminar de los resultados de búsqueda los enlaces a páginas que contienen información personal cuando:
Ahora bien, para definirlo y que comprendas, te contamos que se trata del derecho que tienen las personas a solicitar la eliminación, desindexación o bloqueo de información personal que aparece en internet y que ya no es significativa, es inadecuada, obsoleta o excesiva en relación con los fines para los que fue publicada. Este derecho está especialmente vinculado al derecho a la protección de datos personales y ha cobrado fuerza en el contexto digital, donde la información puede mantenerse accesible de forma indefinida a través de buscadores como Google.
El derecho al olvido tiene su base en diversas normativas de protección de datos personales y derechos fundamentales, sobre todo en lo que respecta a la privacidad, el honor y la propia imagen. Los principales marcos legales son:
El derecho al olvido está expresamente reconocido en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que es de aplicación directa en todos los países miembros de la Unión Europea.
Reglamento (UE) 2016/679 – RGPD
Artículo 17: Derecho de supresión ("derecho al olvido")
Este artículo establece que el interesado tiene derecho a obtener del responsable del tratamiento la supresión de los datos personales que le conciernan sin dilación indebida, si se da alguna de las siguientes circunstancias:
Excepciones: el derecho no aplica cuando el tratamiento sea necesario para ejercer el derecho a la libertad de expresión e información, para cumplir una obligación legal, o por razones de interés público, entre otros.
Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD)
Esta ley adapta el RGPD al ordenamiento jurídico español e incorpora de forma expresa el derecho al olvido.
Artículos 93 y 94:
Se reconoce que las personas pueden solicitar directamente a los motores de búsqueda o a redes sociales la eliminación de resultados asociados a su nombre cuando estos sean inadecuados, no pertinentes o no actualizados.
Aunque el derecho al olvido no está plenamente reconocido de forma generalizada como en Europa, algunos países han empezado a abordarlo a través de sus leyes de protección de datos y jurisprudencia:
¿Pensando en ejercer este derecho? Hazlo cuando tu información personal que aparece en los motores de búsqueda sea irrelevante, inadecuada, excesiva o ya no pertinente en relación con el propósito para el que fue inicialmente publicada.
Luego de ello, el derecho se aplica principalmente cuando los datos personales han dejado de ser necesarios para los fines para los cuales fueron recogidos, cuando la persona ha retirado su consentimiento para su tratamiento, o cuando los datos han sido tratados de manera ilícita.
También podrás solicitarlo cuando la información ha sido publicada hace mucho tiempo y ya no tiene relevancia, sobre todo si afecta negativamente tu reputación o privacidad.
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Como ya sabes, con el derecho al olvido puedes solicitar la eliminación de información personal que consideres irrelevante, desactualizada o perjudicial, sobre todo en motores de búsqueda y otras plataformas en línea. Sin embargo, tiene varias limitaciones y excepciones que debes conocer.
El derecho al olvido no puede prevalecer sobre la libertad de expresión o cuando la información tiene relevancia pública. Esto significa que, si la información está relacionada con figuras públicas, como políticos, celebridades o personas con un impacto significativo en la sociedad, no se puede eliminar fácilmente.
Además, si la información tiene valor para el público, ya sea en términos históricos, académicos o informativos, no se debe eliminar, incluso si la persona afectada lo solicita.
Otra limitación se refiere a la veracidad y relevancia de la información. La ley no admite borrar datos que sean verídicos y que hayan sido difundidos de manera adecuada. Si la información es precisa y está relacionada con hechos verificables, no se puede eliminar simplemente porque sea incómoda o perjudicial para una persona.
Asimismo, la relevancia de la información también debe ser evaluada: si es relevante para el público o tiene un impacto en el interés público, no se debe eliminar, incluso si ha pasado mucho tiempo.
En algunos casos, las leyes nacionales introducen excepciones adicionales. Por ejemplo, en muchos países, aunque una persona haya cumplido una condena por un delito, su antecedente penal no suele ser sujeto al derecho al olvido, sobre todo en casos de delitos graves.
Aunado a ello, ciertos registros públicos, como los relacionados con propiedades o impuestos, pueden no estar sujetos a este derecho porque son considerados necesarios para la transparencia y el buen funcionamiento del estado.
En cuanto a los motores de búsqueda, el derecho al olvido generalmente se refiere a la desindexación de la información, es decir, a que ciertos resultados de búsqueda dejen de aparecer, pero la información sigue existiendo en la página web original. Esto significa que, aunque el motor de búsqueda elimine el enlace, la información aún puede estar accesible si alguien visita directamente el sitio web donde se encuentra.
Por otro lado, existen excepciones relacionadas con fines de archivo, investigación o estadística. Los datos procesados con fines de archivo, investigación histórica o para la recopilación de estadísticas pueden no ser eliminados, ya que su conservación es esencial para el patrimonio cultural, científico y social.
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El derecho al olvido en buscadores y redes sociales se refiere a la posibilidad de que las personas soliciten la eliminación de enlaces o contenidos personales que consideran irrelevantes, desactualizados o perjudiciales. En el contexto de los buscadores, como Google, esto implica que la información relacionada con una persona puede ser retirada de los resultados de búsqueda, aunque no necesariamente se elimine de la página web original donde se publicó.
Por otro lado, en las redes sociales, tienen la capacidad de eliminar o modificar los contenidos que publicaron, pero la situación se complica cuando terceros comparten o difunden esa información, lo que dificulta su total eliminación. A pesar de este derecho, en ambos casos existen excepciones, como cuando la información tiene un valor de interés público o está relacionada con figuras públicas, en cuyo caso el derecho al olvido puede no ser aplicable.
Igualmente, los motores de búsqueda y las plataformas sociales deben equilibrar la privacidad con la libertad de expresión, lo que significa que no todo contenido personal puede ser eliminado de manera automática si se considera relevante para el público.
Aunque hemos hablado de un derecho bastante efectivo, no permite la eliminación de contenido que sea de interés público, veraz o relacionado con figuras públicas. Esto incluye información que tenga relevancia social, histórica, política o académica, como artículos de noticias sobre eventos importantes, antecedentes judiciales de figuras políticas o personajes públicos, o cualquier dato que esté relacionado con hechos verificables de la vida de una persona que impacten a la sociedad.
Asimismo, no se puede eliminar contenido cuando su retirada afectaría la libertad de expresión o el derecho a la información, como ocurre con publicaciones en medios de comunicación que traten sobre asuntos de interés general. Aparte, el derecho al olvido no se aplica a información que ha sido procesada para fines de archivo, investigación histórica o estadísticas, ya que estos datos tienen un valor cultural y científico que justifica su conservación.
Por último, los registros oficiales, como los antecedentes penales o datos relacionados con la seguridad pública, tampoco suelen ser eliminados, puesto que están destinados a preservar la transparencia y el buen funcionamiento de las instituciones.
El derecho al olvido se puede ejercer en varios casos comunes donde la información personal afecta negativamente la reputación o privacidad de una persona. Algunos de estos casos incluyen:
Si una persona aparece en artículos de noticias relacionados con incidentes pasados que ya no tienen relevancia, como arrestos o juicios que han sido resueltos o no tienen impacto en su vida actual, puede solicitar la eliminación de esos enlaces en los motores de búsqueda.
En plataformas como Facebook, Twitter o Instagram, las personas pueden querer eliminar publicaciones, fotos o comentarios antiguos que ya no reflejan su situación actual o que se han compartido sin su consentimiento. Aunque tiene control sobre su propio contenido, cuando terceros han compartido información privada, es más complicado eliminarla por completo.
Si se ha publicado información personal incorrecta o errónea en línea, como detalles falsos sobre el empleo o la vida personal de alguien, el derecho al olvido se aplica para corregir esa información y evitar que siga apareciendo en los resultados de búsqueda.
Las personas que se han visto afectadas por la publicación de contenido visual no deseado o que fue subido sin su consentimiento, como fotos íntimas o grabaciones, pueden recurrir al derecho al olvido para solicitar su eliminación de los motores de búsqueda o plataformas que los alojen.
En algunos casos, si alguien fue mencionado en publicaciones sobre deudas o problemas financieros que ya se han resuelto, tiene derecho de solicitar que esa información sea eliminada si ya no es relevante o si su difusión está afectando su capacidad de llevar una vida privada sin prejuicios.
Para solicitar el derecho al olvido, debes seguir varios pasos dependiendo de la plataforma o motor de búsqueda. Dicho esto, te daremos una breve guía para que tengas conocimiento a la hora de intentarlo:
El primer paso es localizar la información que deseas eliminar. Esto es un enlace a una página web, una noticia, una imagen o cualquier otro tipo de contenido personal que aparezca en los resultados de búsqueda o en plataformas en línea.
Si el contenido que deseas eliminar aparece en los resultados de búsqueda de un motor como Google, haz la solicitud directamente a través de su formulario de eliminación de enlaces. La mayoría de los motores de búsqueda y redes sociales tienen procesos específicos para gestionar solicitudes del derecho al olvido.
En el caso de Google, por ejemplo, debes completar el formulario de solicitud de eliminación de contenido disponible en su página de soporte, proporcionando detalles sobre los enlaces que deseas que se eliminen.
Al hacer la solicitud, es necesario proporcionar una justificación sobre por qué deseas que la información sea eliminada. Generalmente, se debe explicar que el contenido es irrelevante, desactualizado, o que afecta negativamente a tu reputación y privacidad. En algunos casos, también es necesario demostrar que la información no tiene valor público o que su difusión vulnera tus derechos.
Una vez que se ha presentado la solicitud, el motor de búsqueda o la plataforma evaluará si la solicitud es válida. En esta fase, se revisan aspectos como la relevancia de la información, si la persona afectada es una figura pública, y si existe un interés público o social en que la información permanezca disponible. Este proceso toma desde unos días hasta varias semanas, dependiendo de la plataforma.
Después de revisar la solicitud, la plataforma o motor de búsqueda te notificará si se ha aceptado o rechazado tu solicitud. Si se acepta, el enlace o contenido en cuestión será eliminado o desindexado de los resultados de búsqueda. Si se rechaza, se te explicará la razón, y en algunos casos, podrás apelar la decisión.
En las redes sociales, como Facebook o Twitter, puedes solicitar la eliminación de contenido directamente a través de las opciones de privacidad o en los formularios de soporte de cada plataforma. Si se trata de contenido compartido por otras personas, es preciso reportar el contenido para que la plataforma lo revise y decida si corresponde eliminarlo bajo su normativa.
Después de solicitar el derecho al olvido, el motor de búsqueda o la plataforma correspondiente revisa cuidadosamente el caso para determinar si procede eliminar el contenido solicitado. Durante este proceso, se evalúa si la información es veraz, si sigue siendo relevante, y si existe un interés público legítimo en su permanencia. También se toma en cuenta si el afectado es una figura pública o si la difusión de la información puede vulnerar sus derechos fundamentales.
Esta evaluación puede tardar desde unos días hasta varias semanas, dependiendo de la complejidad del caso. Una vez tomada la decisión, el solicitante recibe una notificación con el resultado: si la petición es aceptada, el contenido será eliminado de los resultados de búsqueda o restringido en la plataforma; si es rechazada, se explicarán los motivos, y en muchos casos se ofrece la posibilidad de apelar o presentar una reclamación ante una autoridad de protección de datos.
Es importante tener en cuenta que, incluso si se retira el contenido de los resultados de búsqueda, la información original puede seguir existiendo en la fuente que la publicó.
Si no se respeta el Derecho al Olvido tras haber presentado una solicitud válida, el siguiente paso es presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) o el organismo equivalente en tu país. Esta entidad evaluará tu caso y podrá requerir a los buscadores o responsables del contenido que retiren la información si vulnera tus derechos.
Aunado a lo anterior, si la negativa persiste o consideras que se ha producido un daño significativo, puedes acudir a los tribunales para exigir la eliminación del contenido y, en su caso, una indemnización. Defender tu derecho es posible, y hay vías legales para hacerlo con firmeza.
Hemos hablado de un derecho que está principalmente diseñado para personas físicas, ya que protege los derechos al honor, la intimidad personal y familiar y la protección de datos personales. Las empresas, al no tener derechos de carácter personal en este sentido, no pueden acogerse directamente al Derecho al Olvido como lo haría un individuo.
Sin embargo, una compañía tiene la potestad de solicitar la eliminación o desindexación de ciertos contenidos si afectan a su reputación comercial o si se publican datos incorrectos o difamatorios. En esos casos, debe recurrir a otras vías legales, como la protección del derecho al honor, acciones por competencia desleal o incluso por protección de datos si se ven implicados datos personales de sus representantes.
Sí, una empresa o plataforma (como Google o un medio de comunicación) puede negar una solicitud de Derecho al Olvido, pero solo si tiene una base legal justificada para hacerlo. Este derecho no es absoluto: debe valorarse caso por caso, equilibrando el derecho del solicitante a la protección de sus datos personales con el interés público, la libertad de información y el derecho a la libertad de expresión. Por ejemplo, pueden negar la solicitud si:
El derecho al olvido es un recurso legal que permite solicitar la eliminación de información personal cuando ya no resulta relevante, afecta la privacidad o causa un impacto en la reputación de los usuarios. Este derecho adquiere relevancia en un entorno digital donde los datos pueden permanecer visibles indefinidamente.
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Tu vida no debería estar encadenada a resultados de búsqueda que ya no representan quién eres. El Derecho al Olvido es más que un trámite: es una declaración de independencia digital. Solicitarlo puede ser el primer paso para cerrar capítulos, limpiar tu reputación y recuperar el control de tu historia. Así que, si estás listo para escribir un nuevo comienzo sin que el pasado te persiga con cada clic, no dudes en ejercer este derecho. Recuerda: en el mundo online, también tienes derecho a pasar página.
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