Desactiva el AdBlock para poder solicitar información a través del formulario.
Publicado el 05/12/2025
Índice de Contenidos
Muy probablemente hayas oído hablar en más de una ocasión la palabra “cloud computing” pero, ¿Sabes qué es exactamente? El cloud computing ha redefinido cómo las organizaciones construyen, ejecutan y escalan su tecnología. Sus principales pilares son IaaS, PaaS y SaaS, tres modelos que permiten adaptar la nube a cada necesidad y convertir la innovación en una ventaja competitiva tangible. Si quieres saber qué es cada una, para qué sirve, cuáles son sus ventajas, sus desventajas, cuál te conviene o que es posible hacer con esto, sigue leyendo el post a continuación.
El Cloud computing es el eje que sostiene la transformación digital de empresas y profesionales. No solo porque permite acceder a recursos tecnológicos desde cualquier lugar, sino porque también impulsa una nueva forma de trabajar basada en la flexibilidad, la optimización de costes y la escalabilidad inmediata. En lugar de depender de infraestructuras físicas y sistemas locales, la nube provee de un entorno ágil, seguro y preparado para responder a los retos actuales.
Dentro de este ecosistema, modelos como IaaS, PaaS y SaaS constituyen las tres capas que permiten adaptar la tecnología a las necesidades reales de cada organización: desde quienes requieren controlar su infraestructura hasta quienes priorizan la rapidez para desarrollar aplicaciones o la simplicidad de usar herramientas ya listas. Cuando se analizan en conjunto, estas modalidades muestran cómo el Cloud computing es una estrategia fundamental para avanzar con solidez en un entorno cada vez más digital y competitivo.
IaaS es el modelo de servicios en la nube que permite acceder a recursos de infraestructura virtualizada, como servidores, redes y almacenamiento, sin necesidad de invertir en hardware físico ni en su mantenimiento. En otras palabras, en lugar de gestionar un centro de datos propio, las organizaciones pueden aprovisionar los recursos que necesitan bajo demanda, ajustándolos al ritmo de su actividad. Te lo explicamos mejor:
IaaS incluye componentes esenciales como máquinas virtuales, balanceadores de carga, redes configurables y sistemas de almacenamiento en la nube. Todo ello se administra desde plataformas centralizadas que permiten aumentar o disminuir recursos en cuestión de minutos. Además, se integra con herramientas de monitorización, gestión del rendimiento y automatización para facilitar mantener un entorno estable y eficiente. Por último, su estructura es de pago por uso, entonces es un modelo rentable para organizaciones que necesitan ajustar sus costes operativos sin perder capacidad técnica.
La principal ventaja de IaaS es la libertad de gestión. Permite controlar directamente el sistema operativo, la configuración y el software que se ejecuta sobre la infraestructura. Esta autonomía resulta ideal para equipos con experiencia técnica que buscan un entorno adaptable a sus necesidades. También aporta escalabilidad inmediata, continuidad del negocio y reducción de inversiones iniciales.
Ahora bien, como contrapartida, exige mayor responsabilidad operativa. El usuario debe encargarse de mantener sistemas, actualizar configuraciones, aplicar medidas de seguridad y supervisar el rendimiento. Esto requiere de más tiempo y un conocimiento especializado, especialmente en proyectos complejos o de alto volumen.
IaaS es especialmente útil en escenarios que demandan flexibilidad, potencia de cálculo o entornos personalizables. Se utiliza con frecuencia para alojar sitios web o aplicaciones que experimentan picos de tráfico, ejecutar pruebas de software en entornos controlados, realizar análisis de grandes volúmenes de datos o migrar sistemas heredados a la nube sin modificarlos en profundidad. También es una solución sólida para planes de contingencia, ya que facilita replicar infraestructuras críticas y garantizar la continuidad operativa ante imprevistos.
PaaS es un modelo de servicios en la nube que proporciona una plataforma completa para desarrollar, probar y desplegar aplicaciones sin necesidad de gestionar la infraestructura subyacente. Ofrece entornos preconfigurados que incluyen sistemas operativos, bases de datos, middleware y herramientas de desarrollo. Al igual que con laaS, te lo explicamos mejor a continuación:
PaaS reúne todo lo necesario para crear aplicaciones en un mismo entorno. Incluye frameworks, servicios de integración, herramientas de automatización, bibliotecas, gestores de bases de datos y entornos de ejecución. Su plataforma es accesible desde cualquier lugar, lo que facilita el trabajo distribuido y la colaboración en tiempo real. Además, permite escalar aplicaciones de forma automática y gestionar versiones, pruebas y despliegues desde un único panel.
Una de las grandes ventajas de PaaS es la reducción del tiempo y esfuerzo necesarios para poner en marcha una aplicación. Al no tener que aprovisionar servidores ni configurar infraestructuras, cualquier empresa u organización podrá enfocarse en el desarrollo y la innovación. También mejora la productividad, ya que centraliza herramientas y facilita prácticas como integración continua y despliegue continuo.
Sin embargo, PaaS implica ceder parte del control técnico. La plataforma define qué tecnologías, versiones o configuraciones están disponibles, lo que suele limitar la personalización en proyectos muy específicos. También puede existir dependencia del proveedor, especialmente cuando se integran servicios exclusivos de su ecosistema.
PaaS es ideal para organizaciones que buscan acelerar el desarrollo de software, crear aplicaciones web o móviles, probar nuevas funcionalidades sin afectar sistemas en producción o implementar arquitecturas modernas basadas en microservicios. También es una solución eficaz para startups y equipos ágiles que necesitan lanzar productos al mercado lo antes posible.

Por último tenemos a SaaS, el modelo de servicios en la nube que permite acceder a aplicaciones completas a través de internet, sin necesidad de instalarlas ni mantenerlas en dispositivos o servidores propios. El proveedor se encarga de todo el funcionamiento técnico: infraestructura, actualizaciones, seguridad y disponibilidad. Y al igual que con laaS y PaaS, te explicamos qué es exactamente:
SaaS ofrece aplicaciones listas para usar, accesibles desde navegadores o aplicaciones conectadas a la red. Los usuarios disponen siempre de la versión más reciente del software, ya que las actualizaciones se aplican de forma centralizada. Este modelo se basa generalmente en suscripciones, para así poder facilitar controlar gastos y adaptarlos al número de usuarios en cada momento. Además, permite integrarse con otras herramientas y servicios en la nube, creando ecosistemas de trabajo unificados y eficientes.
La gran ventaja de SaaS es su simplicidad. No requiere instalación, mantenimiento ni equipos especializados para administrarlo. Cualquier persona con mínimo conocimiento puede comenzar a usar el software en cuestión de minutos, sin inversiones iniciales en infraestructura. También ofrece una alta escalabilidad: es posible aumentar o reducir el número de usuarios de forma inmediata y según la demanda.
Como desventaja, el margen de personalización suele ser menor en comparación con otros modelos. El usuario depende del proveedor para nuevas funciones, tiempos de actualización o disponibilidad del servicio. Además, al estar todo alojado fuera de la organización, la gestión y portabilidad de datos debe analizarse cuidadosamente, especialmente en entornos regulados.
SaaS se utiliza en prácticamente todos los sectores. Es habitual en sistemas de gestión empresarial, plataformas de comunicación, herramientas de oficina, aplicaciones de marketing, software de atención al cliente o soluciones de análisis. También es una opción eficiente para equipos que necesitan trabajar de forma colaborativa y desde diferentes ubicaciones, ya que centraliza la información y facilita el acceso seguro desde cualquier dispositivo.

Este 2025 se ha perfilado como un año muy significativo para la evolución del cloud computing. Las empresas ya no solo buscan “subirse a la nube”: ahora quieren optimizar, automatizar y convertir la infraestructura en un motor de innovación real. Como consecuencia, hemos visto, y vemos, las siguientes tendencias:
La época de depender de un único proveedor quedó atrás. Hoy las organizaciones adoptan estrategias multicloud más maduras, donde cada servicio se distribuye según rendimiento, costos, seguridad o cercanía al usuario. La diferencia es que ahora la gestión será mucho más inteligente, apoyada en plataformas capaces de automatizar la elección de la nube ideal para cada carga de trabajo.
La IA se convertirá en una capa transversal del cloud computing. Desde optimización automática del consumo hasta detección predictiva de fallos, todo será cada vez más autónomo. Las empresas podrán ejecutar modelos avanzados sin invertir en hardware propio, y se democratiza aún más el acceso a soluciones de IA.
Con regulaciones cada vez más estrictas, será necesario tener más control sobre dónde se alojan los datos, cómo se procesan y quién puede acceder a ellos. Cada vez veremos más servicios cloud soberanos, zonas de disponibilidad específicas por país y servicios orientados a cumplimiento normativo sin sacrificar flexibilidad.
El crecimiento del IoT, los vehículos autónomos y las aplicaciones de baja latencia impulsará arquitecturas híbridas donde parte del procesamiento se hace localmente (en el borde o edge) y el resto en la nube. Esto reduce tiempos de respuesta y descarga a los data centers tradicionales, permitiendo experiencias más rápidas e inteligentes.
Con la creciente complejidad de los entornos cloud, el modelo Zero Trust pasa de ser una recomendación a una necesidad. Este enfoque valida continuamente cada acceso, cada dispositivo y cada solicitud, reduciendo la superficie de ataque y aumentando la resiliencia ante ciberamenazas.
Si aún no tienes muy claro cuál de las opciones mencionadas te conviene más para el proyecto que tienes en mente, o que estás llevando a cabo, los siguientes puntos te ayudarán a tomar la mejor decisión:
Si tu negocio requiere configurar servidores, gestionar redes o diseñar arquitecturas complejas, IaaS será la opción ideal. Si, por el contrario, buscas centrarte en el desarrollo sin preocuparte por la infraestructura, PaaS encaja mejor. Y si solo necesitas usar una aplicación lista para funcionar, con SaaS será suficiente.
Empresas con equipos técnicos robustos pueden aprovechar IaaS o PaaS para crear soluciones a medida. Pero si no cuentas con personal especializado, SaaS suele ser la alternativa más práctica, ya que elimina la carga de mantenimiento y reduce la curva de aprendizaje.
IaaS ofrece gran flexibilidad, pero también puede implicar mayor gestión y costos variables. PaaS reduce tiempos de desarrollo, lo que es una ventaja económica a largo plazo. SaaS, por su parte, permite pagar solo por el uso, controlando mejor los gastos. Piensa en tu crecimiento: ¿necesitas escalar rápidamente o prefieres estabilidad?
Si te encuentras en sectores como salud o banca requieres un nivel de protección más estricto. En estos casos, un modelo que permita mayor control sobre datos y configuraciones (como IaaS o PaaS) es el necesario. SaaS, en cambio, es ideal si buscas seguridad gestionada sin complicaciones técnicas.
Si necesitas soluciones inmediatas, SaaS es prácticamente plug-and-play. PaaS te permite desarrollar rápido sin montar infraestructura y IaaS es el más lento de implementar. Eso sí, es el que te ofrece control total.
Esto depende del nivel de complejidad que gestiona la empresa, pero en la mayoría de los casos, SaaS resulta la opción más práctica. Permite acceder a herramientas listas para usar sin invertir en infraestructura ni personal técnico especializado.
Sí. De hecho, muchas organizaciones adoptan un enfoque híbrido para aprovechar lo mejor de cada modelo. Por ejemplo, pueden usar SaaS para gestionar su CRM, PaaS para desarrollar aplicaciones internas y IaaS para alojar servicios que requieren mayor personalización.
IaaS es el que ofrece mayor flexibilidad. Permite configurar servidores, redes y almacenamiento según las necesidades del proyecto. Es ideal para empresas que buscan construir soluciones a medida o que requieren entornos altamente personalizables.
La alternativa adecuada es IaaS. Este modelo te permite gestionar el sistema operativo, la infraestructura virtual, las configuraciones y la arquitectura de datos general. Es la opción indicada para proyectos que necesitan control absoluto sobre su entorno tecnológico.
Sí, es posible, aunque el esfuerzo dependerá del punto de partida y del tipo de aplicación o servicio. Muchas empresas comienzan con SaaS para resolver necesidades inmediatas y, a medida que crecen, migran a PaaS o IaaS para obtener más control.
Estos modelos de servicio en la nube se han convertido en la base de la infraestructura digital moderna. Desde alojar servidores virtuales, hasta crear aplicaciones escalables o implementar software sin instalaciones manuales, estos modelos cloud permiten una eficiencia tecnológica nunca antes vista.
Nuestro Máster en Full Stack Developer está diseñado con programas especializados en desarrollo de software, inteligencia artificial y tecnologías emergentes. En él podrás comprender a fondo cómo funcionan IaaS, PaaS y SaaS, cómo se integran en entornos reales y cómo utilizarlos para crear aplicaciones destacables.
Con una formación 100% online y en streaming, EBIS Business Techschool, te permite estudiar desde cualquier lugar, a tu ritmo y con el acompañamiento de expertos consolidados en la industria tecnológica.
Al finalizar, recibirás una doble titulación: una otorgada por EBIS y otra por la Universidad de Vitoria-Gasteiz (EUNEIZ).
Además, tendrás la oportunidad de obtener certificaciones profesionales reconocidas internacionalmente, como:
¡Inscríbete en EBIS y comienza tu camino como desarrollador profesional con las herramientas que usan los expertos!
En conclusión, IaaS, PaaS y SaaS son tres caminos distintos dentro del cloud computing, pero todos comparten el mismo objetivo: ofrecer soluciones flexibles, eficientes y alineadas con las demandas actuales. Conocer sus diferencias, ventajas y aplicaciones prácticas permite elegir con claridad el modelo que impulsará la estrategia digital de cada organización.
Compártelo en tus redes sociales
Desactiva el AdBlock para poder solicitar información a través del formulario.
Centro inscrito en el Registro Estatal de Entidades de Formación en virtud de la ley 30/2015
EBIS Education SL, B67370601 (Empresa Matriz); EBIS Enterprise SL, B75630632; (Empresa Filial); C. Agustín Millares, 18, 35001 Las Palmas de Gran Canaria; © 2025 EBIS Business Techschool,