Cloud Native: Qué es, Cómo funciona y Ejemplo

Publicado el 21/10/2025

Índice de Contenidos

Cloud native es un enfoque para crear aplicaciones pensadas para la nube: modulares, automatizadas y resilientes. Usa microservicios, contenedores, orquestadores y prácticas DevOps, pero no nos adelantemos. Para el post de hoy hemos reunido toda la información necesaria para entender qué es el cloud native, donde se utiliza, qué ventajas tiene, cuáles son sus limitaciones y en qué campo se utiliza. Te contamos incluso cómo implementarlo.

¿Qué es el cloud native?

El término “cloud native” hace referencia a una forma moderna de crear y ejecutar aplicaciones que aprovecha al máximo las capacidades de la nube. En tecnología una “nube” o cloud es un lugar en internet donde puedes guardar, acceder y usar información o programas sin tenerlos en tu propio dispositivo.

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Gracias a esto, las aplicaciones se construyen a partir de microservicios, componentes pequeños y autónomos que pueden desarrollarse, actualizarse y escalar de manera independiente.

Origen

El concepto cloud native surge, como casi cualquier avance, en respuesta a una necesidad: construir software que pueda evolucionar al mismo ritmo que los negocios digitales. A medida que las organizaciones comenzaron a migrar sus sistemas a la nube, descubrieron que simplemente trasladar sus aplicaciones tradicionales a servidores remotos no era suficiente. Las limitaciones de las arquitecturas monolíticas, rígidas, difíciles de escalar y con largos ciclos de actualización, chocaban con la velocidad que demandaba el entorno digital.

Fue entonces cuando las grandes empresas tecnológicas y la comunidad de desarrolladores empezaron a repensar cómo debía diseñarse el software para aprovechar realmente la nube. De ese cambio de paradigma nació el enfoque cloud native, impulsado por la adopción de contenedores, microservicios y prácticas DevOps que permitían desarrollar, probar y desplegar con una agilidad inédita.

En 2015, la creación de la Cloud Native Computing Foundation (CNCF) marcó un punto de inflexión. Su misión fue estandarizar tecnologías y fomentar un ecosistema abierto en torno a herramientas como Kubernetes, Prometheus o Envoy. Desde entonces, el término dejó de ser una tendencia para convertirse en una filosofía de desarrollo consolidada, adoptada tanto por startups como por grandes corporaciones.

Beneficios del modelo

Como verás, adoptar un enfoque cloud native transforma por completo la manera en que una organización desarrolla y gestiona sus aplicaciones. Transforma y aporta beneficios como:

Escalabilidad inmediata

Las aplicaciones cloud native pueden crecer o reducirse según la demanda, de forma automática. Esto permite mantener un rendimiento óptimo incluso en momentos de alto tráfico o de expansión repentina. Además, al escalar solo los componentes necesarios, se optimiza el uso de recursos y se reducen costes operativos.

Despliegue ágil y continuo

Gracias a la automatización y a las prácticas DevOps, el desarrollo, las pruebas y el despliegue se integran en un ciclo constante. Esto significa que las actualizaciones pueden implementarse en minutos, sin interrupciones para el usuario final. El resultado: una entrega más rápida de valor y la posibilidad de responder de inmediato a nuevas oportunidades o cambios del mercado.

Resiliencia y tolerancia a fallos

En un entorno cloud native, las aplicaciones están diseñadas para resistir errores sin afectar al sistema completo. Si un servicio falla, otro toma su lugar o se reinicia automáticamente. Esta arquitectura distribuida asegura una disponibilidad constante y reduce el riesgo de interrupciones críticas.

Mayor eficiencia operativa

La infraestructura se gestiona de forma declarativa, lo que facilita la automatización y elimina tareas manuales repetitivas. Así, se libera tiempo para la innovación y se mejora la productividad de los equipos técnicos.

Flexibilidad tecnológica

El modelo favorece el uso de diferentes lenguajes, frameworks y servicios cloud, según las necesidades de cada proyecto. Una independencia tecnológica que facilita la adopción de nuevas herramientas sin depender de un único proveedor o plataforma.

Elementos y principios fundamentales

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Para llevarse a cabo, el modelo cloud native se sustenta en un conjunto de pilares técnicos y culturales. No se trata solo de herramientas, es una forma de pensar y desarrollar que integra tecnología, automatización y colaboración. Dichos elementos y principios esenciales son:

Arquitectura de microservicios

En lugar de una aplicación monolítica, el sistema se divide en componentes pequeños e independientes. Cada microservicio cumple una función específica y puede desarrollarse, desplegarse y escalar sin afectar al resto. Esta independencia acelera la innovación y facilita el mantenimiento.

Contenedores como unidad básica

Los contenedores empaquetan el código junto con sus dependencias, asegurando que la aplicación funcione de la misma forma en cualquier entorno. Gracias a su ligereza y portabilidad, simplifican el despliegue, reducen errores y permiten un uso más eficiente de los recursos.

Orquestación automatizada

Plataformas como Kubernetes gestionan la ejecución de los contenedores, controlando su distribución, escalado y recuperación. Gracias a esa automatización se garantiza disponibilidad, equilibrio de carga y una administración simplificada, incluso en entornos complejos.

Integración y entrega continuas (CI/CD)

La automatización del ciclo de desarrollo permite integrar cambios, ejecutar pruebas y desplegar nuevas versiones de manera constante. Este principio mejora la calidad del software y acelera el lanzamiento de nuevas funcionalidades sin interrupciones.

Observabilidad y monitoreo constante

La capacidad de observar el sistema en tiempo real es clave. Las métricas, registros y trazas ayudan a detectar incidencias antes de que afecten al usuario y a tomar decisiones basadas en datos. La observabilidad es, en esencia, la base de la mejora continua.

Cultura DevOps y colaboración

El cloud native no funciona sin una mentalidad colaborativa. Desarrolladores, operaciones y seguridad trabajan de forma integrada, impulsando procesos ágiles, automatizados y alineados con los objetivos del negocio.

Diseño resiliente y adaptable

Las aplicaciones se crean pensando en la posibilidad de fallos. Se prioriza la recuperación automática, la escalabilidad dinámica y la distribución geográfica, lo que garantiza continuidad incluso ante imprevistos.

Diferencia entre cloud native y cloud based

Si mientras leías este post se te vino a la cabeza el término “cloud base” y estás confundido o no tienes claro si son lo mismo, déjanos que te expliquemos en que se diferencian:

Cloud based: aplicaciones adaptadas a la nube

Las soluciones cloud based son aquellas que se han migrado o instalado en la nube, pero que originalmente fueron diseñadas con una arquitectura tradicional. Suelen funcionar dentro de máquinas virtuales o servidores gestionados por un proveedor cloud, sin grandes modificaciones estructurales. Esto permite reducir costes de infraestructura y acceder de forma remota, pero no cambia la esencia del sistema: sigue siendo un software monolítico, con actualizaciones más lentas y una escalabilidad limitada.

Cloud native: aplicaciones creadas para la nube

Por el contrario, el enfoque cloud native implica construir desde cero pensando en el entorno cloud. Las aplicaciones se diseñan en microservicios, se ejecutan en contenedores y se despliegan mediante herramientas de orquestación automatizadas. En lugar de simplemente “estar alojada” en la nube, la aplicación nace dentro de ella.

Arquitectura de una aplicación cloud native

Ahora que tienes claro que es una aplicación cloud native, te explicaremos cuál es su arquitectura. Recordemos que su objetivo es ofrecer sistemas que se adapten rápido, crezcan cuando sea necesario y se mantengan sin complicaciones:

Microservicios distribuidos

La base de este tipo de aplicaciones son los microservicios: partes pequeñas y autónomas que se encargan de funciones específicas. Gracias a su independencia, se pueden actualizar o escalar sin afectar al resto del sistema.

Contenedores como entorno de ejecución

Cada microservicio se ejecuta dentro de un contenedor, un paquete que incluye todo lo que necesita para funcionar.

Orquestador de contenedores

Un orquestador, como Kubernetes u OpenShift, se encarga de organizar los contenedores: decide dónde ejecutarlos, repararlos si fallan y ajustar los recursos según la demanda.

API Gateway y Service Mesh

El API Gateway actúa como una puerta de entrada única para gestionar las peticiones entre los distintos servicios. El Service Mesh, por su parte, se encarga de controlar la comunicación interna, añadiendo seguridad, métricas y control del tráfico. Ambos componentes ayudan a mantener el sistema ordenado, protegido y transparente.

Observabilidad integrada

Estas aplicaciones están diseñadas para poder ver lo que ocurre en su interior. Herramientas de monitoreo y registro permiten detectar errores, medir el rendimiento y seguir el recorrido de las peticiones.

Infraestructura como código (IaC)

En lugar de configurar los servidores a mano, la infraestructura se gestiona mediante código automatizado.

Cómo adoptarla: Guía paso a paso

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Después de entender qué significa el enfoque cloud native, cómo se diferencia del modelo cloud based y cuáles son sus componentes principales, llega la gran pregunta: ¿cómo se pone en práctica? Te decíamos brevemente que esta filosofía no se trata solo de usar nuevas herramientas, sino de transformar la forma en que una organización piensa, desarrolla y opera sus aplicaciones. Tenlo presente a la hora de leer la siguiente guía:

Paso 1. Evaluar la situación actual

Antes de dar cualquier paso, es fundamental analizar la arquitectura existente, identificar sistemas monolíticos, dependencias críticas y áreas de mejora. Tener un diagnóstico permite priorizar qué aplicaciones migrar primero y definir objetivos claros de escalabilidad, resiliencia y velocidad de entrega.

Paso 2. “Contenerizar” aplicaciones y servicios

El siguiente paso consiste en empaquetar los componentes en contenedores, asegurando que cada microservicio incluya todas sus dependencias. Al hacerlo facilitas el despliegue en cualquier entorno y sientas las bases para una arquitectura más flexible y portátil.

Paso 3. Implementar orquestación y automatización

Una vez organizados en contenedores, los servicios deben gestionarse con un orquestador. Recuerda que es este orquestador el que permite automatizar la distribución, el escalado y la recuperación ante fallos, asegurando que la aplicación sea resiliente y eficiente.

Paso 4. Integración y entrega continuas (CI/CD)

Configurar pipelines de CI/CD para automatizar la construcción, prueba y despliegue de cada microservicio es clave. Este flujo continuo garantiza calidad, reduce errores humanos y permite lanzar actualizaciones de forma rápida y segura.

Paso 5. Adoptar observabilidad y monitoreo avanzado

El siguiente paso sería incorporar métricas, logs y trazas en cada componente para brindar visibilidad total del sistema. Las herramientas de observabilidad permiten detectar problemas antes de que afecten al usuario y respaldan la mejora continua del software.

Paso 6. Implementar prácticas de seguridad DevSecOps

La seguridad debe integrarse desde el inicio. ¿Qué queremos decir con esto? Que debes incluir escaneo de imágenes, gestión de secretos, políticas de acceso y control de red, de modo que los microservicios puedan operar sin riesgos y cumplan con los estándares de cumplimiento.

Paso 7. Fomentar una cultura colaborativa y ágil

Finalmente, la adopción de cloud native requiere más que tecnología: demanda equipos alineados y multidisciplinarios. Desarrolladores, operaciones y seguridad deben trabajar juntos, promoviendo la automatización, la innovación constante y la entrega de valor al usuario final.

Ejemplos y casos de uso

Como todo se entiende mejor con ejemplo, aquí te dejamos algunos:

Plataformas de streaming y medios digitales

Servicios que ofrecen contenido en tiempo real, como video o música, necesitan escalar dinámicamente según la demanda de los usuarios. Una arquitectura cloud native permite que los microservicios gestionen la transmisión, recomendaciones y análisis de datos por separado, garantizando disponibilidad y calidad incluso en picos de tráfico.

Comercio electrónico

Tiendas online utilizan aplicaciones cloud native para procesar pedidos, pagos y logística de forma modular. Si una función como el carrito de compras recibe mayor tráfico durante promociones, puede escalar automáticamente sin afectar a otros servicios como la búsqueda de productos o las recomendaciones personalizadas.

Servicios financieros y fintech

Bancos y startups financieras aprovechan este modelo para ofrecer plataformas seguras y flexibles, capaces de manejar transacciones en tiempo real, integrarse con APIs externas y cumplir con regulaciones estrictas. La arquitectura distribuida también facilita pruebas rápidas y despliegues frecuentes de nuevas funcionalidades.

Aplicaciones de IoT y smart devices

Los dispositivos conectados generan enormes volúmenes de datos que deben procesarse en tiempo real. Una solución cloud native permite capturar, analizar y actuar sobre esos datos de manera eficiente, escalando los servicios que procesan información sin comprometer la latencia ni la disponibilidad.

Proyectos de inteligencia artificial y análisis de datos

Modelos de IA y aprendizaje automático requieren entornos reproducibles y escalables para entrenar y desplegar algoritmos. El uso de contenedores y pipelines CI/CD facilita la experimentación, el testeo y la integración continua de modelos en producción.

Tecnologías clave en el ecosistema cloud native

El éxito de este enfoque no depende solo de una buena arquitectura de datos, sino del conjunto de herramientas que permiten automatizar procesos, mantener la resiliencia y optimizar el rendimiento de las aplicaciones modernas. Las cuales son:

  • Contenedores: Los contenedores, como Docker o imágenes OCI, encapsulan el código y todas sus dependencias en un entorno portátil y reproducible. Aseguran que la aplicación funcione de manera consistente en cualquier plataforma.
  • Orquestadores de contenedores: Plataformas como Kubernetes u OpenShift gestionan la ejecución, el escalado y la recuperación automática de los contenedores. Son esenciales para mantener la disponibilidad y eficiencia de aplicaciones distribuidas.
  • Pipelines de CI/CD: Herramientas como GitLab CI, Jenkins o ArgoCD automatizan la integración, las pruebas y el despliegue de microservicios.
  • Observabilidad y monitoreo: Soluciones como Prometheus, Grafana y Jaeger proporcionan métricas, registros y trazas que permiten entender cómo se comporta cada componente.
  • Service Mesh y API Gateways: Tecnologías como Istio, Linkerd o Envoy gestionan la comunicación entre microservicios, aplican políticas de seguridad y mejoran la visibilidad del tráfico interno.
  • Infraestructura como código (IaC): Herramientas como Terraform o Ansible permiten declarar y automatizar la configuración de la infraestructura.
  • Plataformas de nube y servicios gestionados: Proveedores como AWS, Azure o Google Cloud ofrecen servicios nativos que complementan la arquitectura cloud native: bases de datos gestionadas, colas de mensajería, almacenamiento de objetos y funciones serverless.

Retos y desafíos del modelo cloud native

Por muy beneficioso y versátil que sea el modelo cloud native, no está exento de retos y desafíos. Retos y desafíos como:

  • Complejidad operativa: Gestionar múltiples microservicios y contenedores aumenta la complejidad del sistema.
  • Gestión de datos: Las aplicaciones distribuidas plantean retos en la coherencia, replicación y persistencia de la información.
  • Seguridad y cumplimiento: Cada microservicio y contenedor puede ser un vector de riesgo si no se implementan políticas de seguridad adecuadas y actualizadas.
  • Cambio cultural y organizativo: Requiere equipos multidisciplinarios alineados en DevOps y metodologías ágiles. La transición puede ser desafiante si persisten silos entre desarrollo, operaciones y seguridad.
  • Curva de aprendizaje y adopción tecnológica: Es necesario invertir en capacitación y en la selección adecuada de tecnologías para cada proyecto.

¿Cuál es el futuro del desarrollo cloud native?

El desarrollo cloud native continúa evolucionando rápidamente, y su futuro apunta hacia una mayor automatización, eficiencia y capacidad de innovación en todos los sectores. Las tendencias actuales indican que:

Habrá una mayor adopción de inteligencia artificial y automatización

Las aplicaciones cloud native empezarán a incorporar IA y machine learning para optimizar la gestión de recursos, predecir fallos y automatizar decisiones operativas. Esto permitirá sistemas más autónomos, capaces de adaptarse al comportamiento de los usuarios y a las condiciones del entorno sin intervención manual constante.

Se expandirá el paradigma serverless y funciones event-driven

El modelo serverless y las arquitecturas basadas en eventos ganarán terreno, permitiendo desarrollar funcionalidades más ágiles y modulares, pagar solo por los recursos utilizados y escalar de forma instantánea según la demanda.

Habrá una integración con entornos híbridos y multi‑cloud

Las empresas buscarán soluciones que funcionen de manera consistente en múltiples proveedores y entornos, combinando nube pública, privada e incluso on‑premise.

Se dará una democratización del desarrollo cloud native

Con herramientas más accesibles y plataformas gestionadas, startups y profesionales independientes podrán construir aplicaciones avanzadas sin depender de grandes infraestructuras ni equipos especializados, ampliando la adopción y la creatividad en todos los niveles del mercado.

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Cloud Native es lo mismo que DevOps?

No exactamente. Cloud native se refiere a un enfoque de desarrollo y operación de aplicaciones diseñado específicamente para la nube, mientras que DevOps es una cultura y un conjunto de prácticas que promueven la colaboración entre desarrollo y operaciones, automatización de procesos y entrega continua.

¿Qué rol cumple Kubernetes dentro del entorno cloud native?

Kubernetes actúa como orquestador de contenedores, coordinando la ejecución, escalado y recuperación de los microservicios que conforman una aplicación cloud native. Garantiza disponibilidad, optimiza recursos y automatiza tareas operativas.

¿Es posible combinar cloud native con entornos on-premise o híbridos?

Sí. Las arquitecturas cloud native pueden diseñarse para entornos híbridos o multi‑cloud, combinando nube pública, privada y on‑premise.

¿Qué empresas líderes usan cloud native actualmente?

Muchas organizaciones globales adoptan este modelo, incluyendo Netflix, Amazon, Google, Spotify y bancos innovadores.

¿Cuánto tiempo toma implementar una arquitectura cloud native?

El tiempo depende del tamaño y la complejidad del sistema, así como de la experiencia del equipo. Para proyectos pequeños o nuevas aplicaciones, la adopción puede ser rápida, en semanas o meses, mientras que migrar sistemas monolíticos complejos requerirá de varios meses o incluso años.

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Conclusión

En conclusión, el modelo cloud native es una filosofía de desarrollo que combina microservicios, contenedores, automatización y cultura colaborativa para construir aplicaciones preparadas para el futuro. Adoptarlo permite a las organizaciones innovar con rapidez, escalar según la demanda y mantener servicios confiables y seguros. Eso sí, comprender sus principios, herramientas y desafíos es fundamental para poder aprovechar todo su potencial.

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